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Torre de San Andrés

Este recorrido sigue el trazado del Acueducto desde Nueva Segovia hasta el Alcázar. Sigue, por tanto, el trazado monumental de la ciudad. Tiene un recorrido de unos 6 Km. y se ven 17 puntos de interés geológico. Como especial ventaja tenemos que este recorrido puede hacerse en bicicleta con el servicio de préstamo municipal de bicicletas (servicio disponible de marzo a octubre), ya que empieza en un punto de préstamo y acaba en otro.

El recorrido es entero por calles de la ciudad y muchas de ellas con tráfico de vehículos. Es descendente hasta el Acueducto y luego subida suave, tiene tramos de subida fuerte (calle San Juan, para la opción en bicicleta) o escaleras (escaleras del postigo en la opción a pie).

Tiene una duración de 3,5h a pie o 2h en bicicleta con paradas de 10 minutos, el recorrido no es circular y el final está muy alejado del principio.

Recorrido

Iniciamos el recorrido junto al punto de anclaje de bicicletas de la calle Jorge Manrique. A escasos metros, en la calle Dámaso Alonso, en los portales 46 y 47, podemos ver una fachada de losas de pizarra.

La pizarra proviene de la metamorfización de arcillas y lutitas con la presión y temperatura. Podemos ver algunos nódulos de pirita (sulfuro de hierro) con manchas grisáceas-amarillas, esto se ve especialmente en la calle Jorge Manrique 15.

La formación de pirita se asocia al fondo oceánico donde las condiciones de anoxia hacen que el hierro disuelto en vez de oxidarse se reduzca, esto hace que se junte con ácido sulfhídrico (H2S) que hace que precipite pirita.

Iniciamos el recorrido junto al punto de anclaje de bicicletas de la calle Jorge Manrique. A escasos metros, en la calle Dámaso Alonso, en los portales 46 y 47, podemos ver una fachada de losas de pizarra.

Nos acercamos a la rotonda del Hotel Candido y Pórtico Real. Estamos sobre conglomerados del Cenozoico, es uno de los pocos lugares de Segovia donde aparecen estas rocas. Aunque están tapados por el suelo y no afloran, pueden intuirse en los tonos anaranjados de los taludes cercanos a la rotonda.

En el Pórtico Real podemos ver la fachada de granito gris y el torreón de calizas y dolomías, así como los arcos superiores de la fachada principal. Tenemos, por tanto, en el mismo edificio rocas ígneas y sedimentarias, en el que podemos ver características de ambas. Por un lado, el tamaño de grano de los granitos permite apreciar los diferentes minerales y, por otro, la masa más o menos homogénea de carbonatos (calizas).

En el camino hasta la plaza de Día Sanz puede observarse que los sillares del Acueducto no son de un único tipo de granitoide sino que hay muchos y muy diversos, grises, rubios, de grano fino, grano grueso, con grandes cristales de feldespato... lo que nos indica que la procedencia del granito es variada.

Llegamos a la plaza de Día Sanz, aquí afloran como cimientos del Acueducto unos granitos de grano muy fino (en algunos puntos), es lo que se conoce como granito rubio debido al color amarillento de los feldespatos, que también es llamado más técnicamente como leucogranito debido a su color claro.

Estos granitos tienen además 2 tipos de micas, por un lado mica negra (biotita) que está presente en todos los granitos (en mayor o menor medida) y por otro lado, mica blanca (moscovita) que da el color claro a la roca.

El origen de los granitos es la fusión de rocas hace 300 M.a. (aproximadamente) y su lenta cristalización bajo la corteza terrestre.

Aunque siempre se piensa que la ciudad de Segovia está construida sobre granitos, realmente esto no es así y se asienta esencialmente sobre gneises y rocas carbonatadas. Los granitos son pequeños relictos como en esta zona, el barrio de San Lorenzo y el barrio de El Carmen.

En este punto los granitos sirven de cimientos para el Acueducto, por lo que éste se apoya directamente sobre la roca. Si nos fijamos en detalle podemos ver que las rocas de los sillares no tienen nada que ver con los granitos sobre los que se apoya por lo que deben venir de otra cantera (o canteras) más lejanas.

En el camino hasta la plaza de Día Sanz puede observarse que los sillares del Acueducto no son de un único tipo de granitoide sino que hay muchos y muy diversos, grises, rubios, de grano fino, grano grueso, con grandes cristales de feldespato... lo que nos indica que la procedencia del granito es variada.

Llegamos a la plaza de Día Sanz, aquí afloran como cimientos del Acueducto unos granitos de grano muy fino (en algunos puntos), es lo que se conoce como granito rubio debido al color amarillento de los feldespatos, que también es llamado más técnicamente como leucogranito debido a su color claro.

Estos granitos tienen además 2 tipos de micas, por un lado mica negra (biotita) que está presente en todos los granitos (en mayor o menor medida) y por otro lado, mica blanca (moscovita) que da el color claro a la roca.

El origen de los granitos es la fusión de rocas hace 300 M.a. (aproximadamente) y su lenta cristalización bajo la corteza terrestre.

Aunque siempre se piensa que la ciudad de Segovia está construida sobre granitos, realmente esto no es así y se asienta esencialmente sobre gneises y rocas carbonatadas. Los granitos son pequeños relictos como en esta zona, el barrio de San Lorenzo y el barrio de El Carmen.

En este punto los granitos sirven de cimientos para el Acueducto, por lo que éste se apoya directamente sobre la roca. Si nos fijamos en detalle podemos ver que las rocas de los sillares no tienen nada que ver con los granitos sobre los que se apoya por lo que deben venir de otra cantera (o canteras) más lejanas.

Al llegar al Acueducto nos desviamos a la calle San Juan (especialmente si el recorrido se hace en bici). En el número 2 de dicha calle podemos ver un afloramiento de rocas carbonatadas que actúan como base de la muralla.

Podemos observar una alternancia de limos y arenas ligadas a las grandes llanuras mareales que se establecieron en la ciudad hace unos 87 M.a. Sobre estas rocas podemos ver unas rocas rojizas a pardas ya totalmente submarinas.

Llegamos a la plaza de Adolfo Suárez donde observamos dos edificios: por un lado la Subdelegación de Gobierno y, por otro, el Seminario.
En la fachada de la Subdelegación de Gobierno (de granito) podemos ver abundantes manchas negras redondeadas, de tamaño variable, también conocidas como gabarros.

La formación de estos gabarros se asocia a la mezcla de dos magmas, uno granítico (forma el granitoide) y otro basáltico (que genera los gabarros) que no pueden mezclarse.

El itinerario llega a la Plaza Mayor en la girola de la Catedral vemos calizas y dolomías del Cretácico, de origen marino que se han usado tradicionalmente como materiales de construcción. Las calizas y dolomías tienen diversos orígenes: el Parral, Tejadilla, Madrona y Bernuy de Porreros. Los detalles finos se hacen con dolomía blanca laminada de Madrona.

En la Catedral podemos encontrar un archivo con los mármoles del siglo XVIII para la reforma del altar mayor.

Siguiendo el recorrido llegamos a la Iglesia de San Andrés. En la base de la torre mudéjar podemos ver un sillarejo de bloques de gneises traídos de afloramientos que están bastante lejanos a este lugar.

Desde aquí tenemos un mirador a ambos lados de la plaza, por un lado el valle del Eresma y por otro el Clamores.

En el mirador del Eresma podemos ver el vuelco de San Marcos, el meandro de la Fuencisla, las canteras de Peñas Labradas...

Por otro lado desde el mirador que da al Clamores, podemos ver las calizas y dolomías junto las techumbres de pizarra del Alcázar, y la Casa de la Química donde el químico Louis Proust enseñó química y mineralogía.

Si nos movemos un poco bajando unas escaleras, podemos ver la Cueva de la Zorra, con dos entradas, en el interior hay restos de una antigua explotación de areniscas dolomíticas y pequeñas estalactitas.

Textos procedentes de la publicación De roca a roca, descubre el patrimonio geológico de la ciudad de Segovia.

Autores: Andrés Díez Herrero y Juana Vegas Salamanca.

Publicación disponible en el Centro de Recepción de Visitantes y en el punto de información turística La Muralla.