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Museo

Era el encargado de llevar todas las cuentas de la casa, y normalmente el rey nombraba a alguien de su entera confianza.

Vivía aquí y se responsabilizaba de una de las llaves que guardaban el tesoro.

Estaba al cargo de la tercera llave del arca.

Se asistía de un alguacil, quien además se encargaba de proveer materiales a los oficiales de la fábrica.

Se responsabilizaba del mantenimiento de canales, ruedas e ingenios, así como del abastecimiento de la fábrica. Y custodiaba la segunda llave del arca.

Anotaba cualquier movimiento de metales, tanto el que llegaba de fuera como el tránsito entre departamentos.

Cuando llegaba plata de ley muy baja, había que “afinarla”. Es decir, se reducían las impurezas mediante un proceso metalúrgico llamado “afino”.

Llamado también “grabador” o “abridor de cuños”. Su trabajo consistía en grabar los cuños con que se acuñaban las monedas.

Se encargaban de diferentes trabajos: por ejemplo, de accionar los fuelles de la fundición. En este ingenio trabajaron nueve. Uno escapó, otros cinco murieron por enfermedades y los demás fueron vendidos. Luego no hubo más.