Quinientos años de intemperie en la fría ciudad de Segovia pueden ser destructivos: nieve, hielo, viento lluvia y luego el sol... Sin embargo, las piedras bimilenarias del Acueducto han dado cobijo a una imagen cristiana. Una Virgen vino a presidir un monumento construido en un tiempo de dioses paganos. En la zona central del granítico Acueducto de Segovia se puede ver una imagen blanca, una Virgen de piedra caliza que fue colocada hace ahora 499 años, el 21 de marzo de 1520. Se emplazó en una hornacina que existe a 25 metros de altura, muy cerca del canal superior por el que llegaba el agua a la ciudad, que data del siglo XV.
Quien puso allí la imagen, ensayador de la Casa de la Moneda de Enrique IV -que estaba en las inmediaciones del Acueducto-, se llamaba Antonio de la Jardina. En una hornacina se puso la Virgen y en la otra –dando al otro lado de la plaza- un San Sebastián de madera, cuyo estado aconsejo su traslado a un museo hace más de dos décadas.
19 Mar 2019
Prensa
Quinientos años de intemperie en la fría ciudad de Segovia pueden ser destructivos: nieve, hielo, viento lluvia y luego el sol... Sin embargo, las piedras bimilenarias del Acueducto han dado cobijo a una imagen cristiana. Una Virgen vino a presidir un monumento construido en un tiempo de dioses paganos. En la zona central del granítico Acueducto de Segovia se puede ver una imagen blanca, una Virgen de piedra caliza que fue colocada hace ahora 499 años, el 21 de marzo de 1520. Se emplazó en una hornacina que existe a 25 metros de altura, muy cerca del canal superior por el que llegaba el agua a la ciudad, que data del siglo XV.
Quien puso allí la imagen, ensayador de la Casa de la Moneda de Enrique IV -que estaba en las inmediaciones del Acueducto-, se llamaba Antonio de la Jardina. En una hornacina se puso la Virgen y en la otra –dando al otro lado de la plaza- un San Sebastián de madera, cuyo estado aconsejo su traslado a un museo hace más de dos décadas.
Quinientos años de intemperie en la fría ciudad de Segovia pueden ser destructivos: nieve, hielo, viento lluvia y luego el sol... Sin embargo, las piedras bimilenarias del Acueducto han dado cobijo a una imagen cristiana. Una Virgen vino a presidir un monumento construido en un tiempo de dioses paganos. En la zona central del granítico Acueducto de Segovia se puede ver una imagen blanca, una Virgen de piedra caliza que fue colocada hace ahora 499 años, el 21 de marzo de 1520. Se emplazó en una hornacina que existe a 25 metros de altura, muy cerca del canal superior por el que llegaba el agua a la ciudad, que data del siglo XV.
Quien puso allí la imagen, ensayador de la Casa de la Moneda de Enrique IV -que estaba en las inmediaciones del Acueducto-, se llamaba Antonio de la Jardina. En una hornacina se puso la Virgen y en la otra –dando al otro lado de la plaza- un San Sebastián de madera, cuyo estado aconsejo su traslado a un museo hace más de dos décadas.


