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12 Abr 2017   Casa de Moneda
 
En los primeros días de abril, operarios de Parques y Jardines de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Segovia han colocado veinte cajas-nido de autillo en áreas verdes de nuestra ciudad con el objetivo de para afianzar e intentar incrementar la población en nuestros parques de esta rapaz nocturna. Una de estas cajas, se colocará en el Jardín del Rey de la Real Casa de Moneda. El autillo europeo (Otus scops) es la rapaz nocturna más pequeña de la península Ibérica, con 20 cm de longitud, 50 cm de envergadura y 100 g de peso. Su plumaje es extremadamente críptico, le reviste de camuflaje, pasando completamente desapercibido en sus posaderos en las ramas de los árboles donde vive. El iris de los ojos es de color amarillo, el pico es negro y presenta dos penachos faciales a modo de orejas, bien visibles cuando se posa en posición erguida. El canto del autillo europeo es un característico “tiuuu” aflautado, repetido regularmente en intervalos de aproximadamente 2 segundos, que asemeja al sonar de los submarinos. [gallery size="medium" ids="6487,6488,6489"] Es un animal estrictamente nocturno y se alimenta principalmente de insectos que caza al vuelo o al acecho (polilas, grillos, saltamontes, cucarachas, etc.), pero en época de cría también puede capturar pequeños roedores, pajarillos, reptiles y anfibios. El hábitat óptimo del autillo son formaciones arboladas no muy densas, tales como dehesas, cultivos de frutales y bosques de ribera. En las zonas urbanas podemos encontrarlo en parques y jardines y en nuestra ciudad, es posible escucharle en los Jardines de la Dehesa, Jardines de la Maestranza, Jardines de los Depósitos Municipales, Jardines del Cementerio del Santo Ángel de la Guardia o en los valles del Clamores y del Eresma. El autillo europeo nidifica mayoritariamente en oquedades de los árboles, originadas de manera natural o por pájaros carpinteros. En los parques y jardines de las ciudades no son muy abundantes los árboles viejos con oquedades y en muchos casos los árboles que las presentan, están enfermos por lo que se suelen talar por seguridad. Por este motivo la disponibilidad de puntos de nidificación suele ser un factor limitante y la colocación de cajas nido puede paliar esta falta. [caption id="attachment_6490" align="aligncenter" width="960"] Caja nido autillo en el Jardín del Rey[/caption] En este sentido, se han colocado 20 cajas nido modelo 4A Caja nido para autillo de la casa Schwegler. Estas cajas nido están fabricadas en "cemento de madera", un material de características únicas. Se trata de una mezcla de serrín de madera (75%), cal, cemento y otros aditivos que permiten crear modelos de caja de múltiples formas. Este material es de gran durabilidad en la intemperie, garantizadas para 25 años, resiste el ataque de los pícidos (pájaros carpinteros, carpinteritos, pitos, picos, picamaderos, picatroncos, picapinos, chupasavias, torcecuellos … ) y ofrece un microclima interior perfecto gracias a su capacidad aislante y porqué permite la transpiración. Este modelo ha sido utilizado con éxito en otras ciudades de la geografía española. La época de reproducción del autillo se extiende habitualmente entre abril y julio. El tamaño de puesta varía entre 3 y 6 huevos, puestos cada 2 días. Son incubados por la hembra durante 24 o 25 días, y los pollos dejan el nido a los 21 días de vida, aunque no vuelan correctamente hasta los 30 o 33 días. Esta pequeña ave permanece en nuestra ciudad de marzo a septiembre, fecha en la que realiza grandes movimientos migratorios, pasando los inviernos en el África subsahariana. El autillo europeo está incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección especial. Los principales problemas de conservación que sufre esta rapaz se deben la alteración del hábitat y al empleo de plaguicidas. La transformación del paisaje rural, con la pérdida de sotos fluviales y de arbolado viejo en general, los cambios experimentados en los cultivos, la expansión urbanística y el empleo generalizado de sustancias tóxicas en la agricultura han supuesto una considerable pérdida de hábitat y una importante disminución en la disponibilidad de sus presas.