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23 Nov 2017   Casa de Moneda
 
Ricardo Ortega Las orillas del río Eresma ofrecen la cara más amable del turismo en la ciudad de Segovia, desde el singularísimo barrio de San Lorenzo hasta los pies del Alcázar. Esta área de verdor frondoso conserva buen número de huertas, molinos y tenerías, testigos de un curso de agua que fue durante siglos el motor de una floreciente industria del tejido y la cerámica. Tanto, que en 1580 el mismísimo Felipe II encargó que allí se erigiera una casa de moneda, que debía acoger las nuevas técnicas de acuñación a rodillo. El objetivo era fabricar monedas en serie, de forma más rápida, con mayor calidad y con más impedimentos a la falsificación, pero sobre todo se trataba de levantar un complejo de grandes dimensiones capaz de simbolizar el poder absoluto de un monarca. La riqueza de un reino con vocación de imperio.
La Casa de Moneda permite conocer el origen del dinero, su evolución y las técnicas empleadas para fabricarlo  
El conjunto, obra del arquitecto Juan de Herrera, funcionó hasta el año 1869, tras lo que llegaría un periodo de abandono y su conversión en fábrica de harinas. La actividad cesó en los años 70 del siglo XX, hasta que en 2007 se inició la rehabilitación integral del edificio. Cincuenta meses después abría sus puertas la versión actual de la Real Casa de Moneda de Segovia, un emblema de la apuesta de la ciudad por el turismo industrial. El Real Ingenio de la Moneda es uno de los edificios industriales más antiguos de España, y probablemente uno de los mejores museos para conocer el origen del dinero, su evolución histórica y las técnicas empleadas para fabricar su soporte físico. Una de sus salas analiza los diferentes sistemas de intercambio, desde el trueque hasta el establecimiento de sistemas de referencia, como las bolsitas de sal, hasta la gran revolución que supusieron las monedas de metal. Y de ahí a las letras de cambio, el papel moneda o el dinero electrónico.
La Senda de los Molinos es una ruta urbana que se disfruta en plena naturaleza  
El visitante también tiene la oportunidad de conocer las diferentes técnicas empleadas para acuñar moneda, como la acuñación a martillo, la prensa de volante o la automática. Igual de interesante es la zona exterior del complejo, donde se conserva parte de la estructura hidráulica de la fábrica. Contaba con su propio azud (o pequeña presa), encargado de elevar el nivel del agua, así como de desviar parte del caudal, que caía sobre las palas de las ruedas, lo que daba vida a los ingenios. La Casa de Moneda es el broche final de la Senda de los Molinos, la propuesta en la que el Ayuntamiento de Segovia agrupa la herencia industrial del Eresma urbano. Son tres kilómetros de marcha, jalonada por antiguas fábricas de loza, de harinas y de borra, además de caceras, azudes y molinos. Una ruta urbana que se disfruta en plena naturaleza, y que ofrece una mirada diferente sobre una ciudad que nunca deja de sorprender. Noticia publicada en www.argi.es el 15 de noviembre de 2017