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27 Oct 2017   Turismo de Segovia, Promoción turística
 
La campaña se extendió los sábados entre el 1 de julio y el 30 de septiembre Los viajeros disfrutaron de un viaje amenizado por actores, la Tarjeta Amigos de Segovia, la asistencia al espectáculo “Con ojos de poeta” y descuentos para visitar la Casa-Museo donde vivió el poeta Un total de 3075 viajeros, algo más de un 75% en relación a 2016, subieron al “Tren de Antonio Machado” que puso en marcha Renfe durante este verano gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento de Segovia y la Empresa Municipal de Turismo de Segovia. El tren circuló todos los sábados desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre entre Madrid y la capital segoviana, con un doble objetivo: la promoción turística de la ciudad y el fomento del uso del tren. Para la campaña se utilizaron servicios Avant regulares de Renfe, en concreto el que parte de Madrid Chamartín los sábados a las 10.15 horas de la mañana (con llegada a Segovia Guiomar a las 10.42). El regreso de Segovia se podía realizar el mismo sábado o al día siguiente (domingo), consiguiendo de este modo un mayor tiempo de estancia para la visita de la ciudad. En el “Tren de Antonio Machado” viajaban actores desde Madrid que amenizaban el viaje hasta Segovia e informaban a los viajeros sobre la vida de Antonio Machado, así como sobre aspectos turísticos de la ciudad. Con la presentación del billete de Renfe en el Centro de Recepción de Visitantes de Segovia (Azoguejo, 1) a los viajeros se les facilitaba de forma gratuita la Tarjeta Turística Amigos de Segovia, que ofrece descuentos en alojamientos, restaurantes, museos y visitas guiadas. El billete de Renfe daba derecho también a presenciar la actuación  “Con ojos de Poeta” en la Casa Museo de Antonio Machado, un espectáculo único con en el que recorrimos la vida y obra del poeta a través de un personaje de ficción y música en directo. Los viajeros del “Tren de Antonio Machado” se beneficiaron de acceso con tarifa reducida a la Casa Museo del poeta, la pensión en la que vivió durante su estancia en la capital castellana de 1919 a 1932. Un museo para la más íntima evocación donde la casa, modesta, se mantiene tan desnuda como lo debió estar cuando la habitó don Antonio y aún con los mismos muebles. La que fue su habitación está intacta y de las paredes, para materializar su ausencia, se han colgado diferentes versiones de su retrato, sacadas de viejas fotografías o plasmadas en y óleos, dibujos y carteles que llevan las firmas de Rafael Peñuelas, Jesús Unturbe, Álvaro Delgado y Pablo Picasso.