Aparecen los restos de la Puerta de San Juan
El mes de julio de 2018 se iniciaron las obras de restauración de la calle de San Juan en Segovia cuyas excavaciones sacaron a la luz los restos de la antigua puerta de San Juan de la muralla.
En su origen, la muralla de la ciudad tuvo cinco puertas. Hoy en día tan sólo se conservan tres, las de San Andrés, San Cebrián y Santiago. Las otras dos, las de San Juan y San Martín se derribaron en el siglo XIX con motivo del surgimiento popular apoyado por el arquitecto municipal, don Joaquín Odriozola, propulsor de la teoría de los ensanches, que defendía la regularización de las alineaciones de las calles del recinto amurallado, aunque ello llevara consigo la demolición de puertas y elementos históricos.
A continuación se explican de forma concisa los restos encontrados bajo esas obras de restauración de una de las arterias principales de Segovia.
Cubo de la Muralla Medieval - Puerta de San Juan
En la zona superior de la calle, en el carril derecho, se localizó el cubo de la muralla medieval que aparecía mencionado en diferentes documentos y grabados. Se trata de una estructura de planta rectangular, realizado con un cuerpo de mampostería irregular forrado con sillares de caliza bien escuadrados salvo el lado interno que mantiene la mampostería. Tiene una planta de 3,8 m en el eje E-O y 3,2 m en el eje N-S.
El alzado máximo visible de este cubo es de 0,92 m, pero su altura conservada seguramente sea mayor ya que, al igual que ocurre en otros puntos de la muralla, la estructura estará apoyada en la roca caliza natural. Al existir una diferencia de cota tan importante entre la parte alta de la calle de San Juan y el paseo de Santo Domingo de Guzmán, el cubo original medieval seguramente conserva gran parte de su alzado, todo ello cubierto por el forro de mampostería actual realizado en la obra de Joaquín Odriozola en 1888. De este modo la parte ahora descubierta es la parte superior del muro, no su cimentación.
Bóveda de la calle de San Juan
Es una bóveda, parcialmente cegada, que se ha localizado en el subsuelo a la altura del cubo de la muralla que está junto a la casa de las Cadenas. Se trata de una bóveda realizada con sillares de caliza, de 2,3 m de profundidad, 5,4 m de ancho y 3,4 m de altura máxima. En la parte superior, esta bóveda está cubierta por una fábrica de mampostería bastante suelta.
Se trata de una estructura bastante estable, que no presenta desplome alguno, realizada con sillares de caliza de tamaño variado, unidos con mortero. La base en la que se apoya la bóveda no se ha localizado. Se ha realizado un sondeo de 1x1x1 m en la esquina noroeste sin llegar a alcanzar la roca. El sedimento que se ha excavado ha sido muy uniforme, estaba compuesto por un sedimento de tierra arenosa sin materiales arqueológicos asociados y que se apoyaba directamente en las paredes de la bóveda. El lado norte de la estructura se apoya directamente en la pared de roca, mientras que el lado sur ha sido cegado de manera intencionada posiblemente en las últimas obras de reforma de la calle realizadas en los años 60 del siglo pasado.
El fin de esta bóveda no era otro más que solventar una falta de roca en el que asentar la calle. En este punto la roca desaparece por lo que se decide colocar la bóveda a modo de puente para alcanzar la zona alta de la vía.
Autora: Clara Martín García. Arqueóloga.