Hay ciudades que “quedan bien en las fotos” y ciudades que quedan espectaculares. Segovia es de las segundas. Son muchos los paseos por la capital que ofrecen instantáneas inolvidables adornadas por su patrimonio, tanto monumental como natural. Por eso puede ocurrir que, al llegar a la ciudad, uno se sienta un poco abrumado ante tantos encuadres dignos de Instagram.
Por eso, para que disfrutéis del viaje sin sentir que “se os va de las manos” y además luzcáis vuestra escapada al máximo, Turismo de Segovia ha seleccionado varios puntos de la ciudad con los que conseguiréis más “me gusta”.
La mejor versión del Acueducto de Segovia
La imagen del Acueducto es, indiscutiblemente, la más memorable y el álbum con vuestra escapada a Segovia no estaría completo sin una instantánea, o varias del bimilenario monumento romano. Es difícil elegir un punto concreto, así que os damos varias opciones para que elijáis según la ruta que deseéis emprender.
Si vais a subir directamente por la Calle Real hacia la Plaza Mayor, vuestra foto ideal será frente al Centro de Recepción de Visitantes. Allí, tomando la imagen desde abajo, podéis captar una fotografía perfecta que muestre toda la magnificencia del monumento sin desviaros de vuestro itinerario.
Si tenéis algo más de tiempo, podéis explorar otros tramos del Acueducto. Os recomendamos un plano desde el mítico giro del monumento, subiendo por la calle Teodosio el Grande hasta la plaza de Día Sanz, frente al instituto Mariano Quintanilla (edificio declarado BIC) donde dio clase el poeta Antonio Machado, a muy pocos metros de la Plaza del Azoguejo. Si además queréis dar un plus de monumentalidad a vuestra foto, buscad ese punto en el que la Catedral se cuela en la imagen entre uno de los arcos del Acueducto.
Quizá la foto más instagrameable del Acueducto, por lo clásico de la misma, sea la perspectiva desde el mirador de El Postigo, junto a una de las puertas de la muralla. Para llegar allí, basta con que subáis las escaleras que parten del propio Azoguejo (donde se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes y desde donde veis los arcos más altos del monumento). En este punto os situáis a la altura de la segunda fila de arcos y las vistas de la sierra son maravillosas.
Si vuestro perfil de Instagram os pide una foto más canalla, os proponemos buscar la estatua del Diablillo para haceros un selfie con él y el Acueducto de fondo. Aquí, además, mantenéis la línea de la sierra de Guadarrama de fondo. En el Centro de Recepción de Visitantes os darán toda la información sobre cómo encontrar la estatuilla (a pocos minutos de la Plaza del Azoguejo) y su historia.
Otros marcos extraordinarios
A medio camino entre el Azoguejo (plaza sobre la que descansan los arcos más altos del Acueducto) y la Catedral, se puede disfrutar de una panorámica muy especial que descubre el discurrir de segovianos y turistas por el corazón del casco histórico de la capital. Descubriréis este punto desde el Torreón de Lozoya, hoy sala de exposiciones, y, en concreto desde su terraza que ofrece una perspectiva única de la iglesia de San Martín en primer plano y la Catedral de fondo. Especialmente recomendable es disfrutar aquí del atardecer con una luz simplemente única.
Subir a la torre de la Catedral, aunque se trate de una fotografía más clásica, es también una buena oportunidad para conocer la orografía de la ciudad con la panorámica más elevada que podemos alcanzar sobre tierra firme.
Aunque, eso sí, si lo que os gusta son las vistas de altura, no podéis dejar de volar en globo, una propuesta cada día más popular entre los turistas y os dará, sin duda, la mejor de las perspectivas. Segovia, en los últimos años, se ha convertido y afianzado como destino para este tipo de vuelos, por la disposición natural de sus vientos, que hacen que el globo sobrevuele el centro de la ciudad en un 90% de los viajes. Esto cambia cuando las temperaturas son extremas (tanto frío como calor pueden afectar al vuelo de los globos aerostáticos). Más información sobre vuelos en globo.
Segovia no sería Segovia sin el cinturón verde que la rodea. Formado por los valles de los dos ríos que abrazan la ciudad, el Eresma y el Clamores, se extiende la zona declarada Paraje Pintoresco con algunos de los puntos más fotogénicos de la capital, como la explanada de San Marcos, que se extiende a los pies del Alcázar junto al río Eresma y es ideal para dar uno de esos saltos míticos de Instagram; o la Real Casa de Moneda con una perspectiva genial del Alcázar desde el mismo patio de entrada del monumento o desde el puente, enfocando también una parte del río.
Desde allí podemos desplazarnos hasta el mirador de los dos valles, donde la perspectiva es verdaderamente impresionante. Y aquí, sí, saltaréis sin querer porque los pies se van solos buscando el cielo. A este lugar, menos conocido por los turistas, se llega tomando el camino que parte del arco de la Fuencisla dejando a un lado los que podrían ser últimos asentamientos neanderthales de la Península Ibérica.
Para conocer todos estos rincones, el área de Turismo de Segovia organiza visitas guiadas, tanto por el casco histórico como por el cinturón verde donde se desarrollan los programas ‘Jardines vividos’ o ‘Segovia, tu destino natural’. En la naturaleza pero con la astronomía como protagonista, se puede también disfrutar de varias observaciones lunares y solares con ‘Descubre el cielo desde Segovia’, otro de los programas que ha lanzado la empresa municipal de turismo.
Sea cual sea el lugar elegido para la instantánea, que gran parte de la magia de Segovia se quedará “fuera de plano” porque no hay cámara capaz de captar toda su bella. Por eso, lo mejor, sin duda, es relajarse y vivir Segovia -como dice su nueva marca, "Segovia se vive"-, la fotografía puede olvidarse o perderse, pero la emoción perdura.