La Biblioteca Pública del Estado en Segovia ocupa un amplio y moderno edificio en la parte nueva de la ciudad, diseñado por los arquitectos Benjamín Cano y Diego Escario. El propio edificio es de gran interés para el visitante, destacando el mural con relieves de manos que ocupa su fachada, obra del propio Cano, y los suelos de piedra caliza, procedentes de la cantera cántabra de Tina Menor, en los que se pueden observar centenares de fósiles marinos.

Los patios internos se cierran a la calle y quedan abiertos al espacio interior, en una recreación de la arquitectura tradicional.    

Sus fondos, declarados Bien de Interés Cultural, se componen de una colección de alrededor de 8.000 documentos anteriores al siglo XX y más de 200.000 documentos en total, repartidos entre libros y folletos (160.000), publicaciones periódicas (7.000), documentos sonoros (9.000) y videográficos (17.000), entre otros.