Un equipo de arqueólogos trabaja ya en las primeras prospecciones sobre el terreno del Berrocal, de 250 hectáreas
Al oeste de la población, en dirección a Otero de Herreros, sobre una superficie de 250 hectáreas, se extiende la cantera del Berrocal. Se trata de un lugar en el que abundan los grandes bolos graníticos y los lanchares, con numerosos restos visibles que evidencian una explotación en épocas pretéritas. Hay abandonos de piedra tallada y labrada, con formas y medidas indudablemente seleccionadas para un determinado fin pero que finalmente fueron desechadas en el mismo lugar de donde se extrajeron. Sillares, cornisas, pilonas... Un estudio del geólogo Luis Martín de Frutos concluye que la del Berrocal era, en tiempos de los romanos, la mejor cantera de granito de la zona y que de ella procede la fábrica original del Acueducto. Estaríamos, pues, ante la cantera de donde se extrajeron los sillares de granito que los romanos emplearon en la construcción de una de sus obras más emblemáticas. Conocedor de esta circunstancia, el Ayuntamiento de Ortigosa del Monte quiere poner el yacimiento en el lugar que merece y, de paso, sacarle partido. «Son muchas las personas que vienen a visitarlo, pero queremos ordenarlo, señalizarlo, y que sirva como reclamo. Es una zona muy sensible, con un bosque muy especial que debemos proteger, pero, claro, queremos sacar lo que hay allí, conocerlo, porque podemos llevarnos alguna sorpresa. Por eso lo hemos puesto en manos de los arqueólogos, para saber lo que hay. Confío en que encontremos algo interesante», asegura el alcalde de Ortigosa del Monte, el independiente Juan Carlos Cabrejas.
Tras una revisión preliminar del paraje, resulta evidente que casi todos los bolos y lanchares accesibles fueron en su día explotados en mayor o menor grado. Según Martín de Frutos, puede que originalmente existieran más del doble de los bolos visibles en la actualidad, cuyos emplazamientos no son difíciles de deducir. Aun así, son dos las zonas nucleares de explotación, coincidentes con dos lenguas de terreno en las que bolos y lanchares abundan. En el interior de la cantera, se observan varios caminos, posiblemente antiguos, que estarían relacionados con el tránsito interno. En el noreste del enclave parte un camino que puede corresponderse con la vía de salida de la explotación hacia Madrona, punto en el que se uniría con la calzada denominada Camino Hondo, que conduce directamente a Segovia. «No es difícil deducir que fue el camino que los romanos utilizaron para transportar la piedra, directo a pie de obra», sugiere Cabrejas.
Fotografía: El Norte de Castilla
El Ayuntamiento ha habilitado una partida de 15.000 euros y la Junta de Castilla y León le ha concedido otra de 5.000 para empezar a mover un proyecto que ha puesto en manos del equipo de la arqueóloga segoviana Clara Martín. Los técnicos ya han comenzado a hacer prospecciones, pero el mal tiempo está jugando en contra. Por delante tienen un verano lleno de trabajo. «En cuanto nos deje el tiempo, volveremos. Queremos realizar la prospección de todo el yacimiento, las zonas perimetrales y las vías de comunicación. Al mismo tiempo, hemos solicitado ayuda a la Junta de Castilla y León para abordar una extracción arqueológica muy necesaria para empezar a catalogar todo lo que hay allí», asegura Clara Martín. La arqueóloga habla del Berrocal con verdadera pasión: «La única referencia histórica que tenemos acerca de su explotación nos remite a la construcción de la Catedral de Segovia. Hay documentos que prueban que se extrajeron piedras de granito de esta cantera que luego fueron utilizadas en el basamento de la Catedral. Se dice que la piedra procedía de las canteras de Madrona, pero en Madrona no hay granito y creemos que se refieren al Berrocal, que se encuentra entre Madrona y Ortigosa», explica.
Noticia publicada en www.elnortedecastilla.es el domingo, 15 de abril de 2018.