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20 Sep 2025   Patrimonio

Un convenio con el Obispado permitirá subir por una escalera al adarve de la Huerta del Seminario desde el Postigo del Consuelo

Un proyecto de rehabilitación de la muralla de Segovia promueve la restauraración de los paramentos más dañados del monumento y la ampliación del itinerario turístico visitable en algo más de 60 metros de longitud. Un convenio firmado entre el Obispado y el Ayuntamiento de la ciudad permitirá a los ciudadanos subir al adarve que recorre la Huerta del Seminario desde el Postigo del Consuelo. También se realizarán mejoras en la accesibilidad y la protección del patrimonio. Es una iniciativa que contempla una inversión de 902.745 euros y cuyo plazo de ejecución es de siete meses, según recoge el pliego de obras. Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas para lograr la adjudicación del contrato hasta el próximo 8 de octubre.

El Ayuntamiento de Segovia sacó a licitación esta semana los trabajos relativos a la «eco-rehabilitación» de la muralla, una propuesta que cuenta con fincanciación europea. El proyecto persigue restaurar la muralla desde la torre número 19, que coincide con el límite entre la parcela que acogerá el teatro Cervantes y el comienzo de la Huerta del Seminario; hasta la torre 23, que delimita con la Casa de las Cadenas. Por tanto, las actuaciones comprenden una extensa superficie de actuación que también engloba el Postigo del Consuelo, el Acueducto, la plaza del Avendaño y la parte de la muralla que colinda con los edificios residenciales de la cuesta de San Juan.

El estado de conservación de los diferentes tramos del monumento es desigual. Algunas zonas lamentan humedades, desprendimientos, erosiones y añadidos posteriores que contrastan con la estética original. Otras áreas disfrutan de una mejor situación, pero también se hace necesaria la intervención debido a la degradación de los espacios por la existencia de suciedad y maleza. La iniciativa tiene una doble vertiente, ya que a las actuaciones de rehabilitación se suma la implantación de unos recorridos accesibles que facilitarán la visita a los espacios turísticos ya consolidados y permitirá sumar otros nuevos.

Estas propuestas son resultado de un estudio previo realizado en los últimos meses, que recopiló datos mediante fotogrametrías para identificar las lesiones en la muralla y definir medidas dirigidas a la restauración de las partes del monumento que presentan riesgos por caída de material e incluso colapsos. El análisis concluyó que era necesario intervenir en la zona que se ubica entre las Puertas de San Martín y de San Juan, actualmente desaparecidas, donde hay importantes desniveles y obstáculos que dificultan la accesibilidad, como es la existencia de edificios adosados a los lienzos o soportes de la muralla.

La necesidad de reforzar la visibilidad del monumento responde a su gran valor histórico y patrimonial. Segovia es una de las pocas urbes del país que cuenta con una muralla medieval conservada en todo su perímetro, aunque cuenta con vestigios más antiguos, incluso anteriores al siglo XI. Apenas cuatro siglos después, la fortificación experimentó un proceso de degradación debido a la pérdida estratégica de Segovia como capital defensiva y su conversión a ciudad burguesa. Los habitantes empezaron a destinar las piedras y arena de la muralla a otras obras, lo que llevó al rey Enrique IV a prohibir estas prácticas para evitar posibles derrumbamientos.

El trazado ha cambiado desde aquella época, pues tan solo quedan tres de las cinco puertas de entrada que había en total, así como cuatro de los ocho postigos y portillos documentados. Fue objeto de sucesivas demoliciones con el paso del tiempo, lo que mermó su atractivo simbólico. La construcción de unas escalinatas a finales del siglo XIX, que nacían de la plaza del Azoguejo, revalorizó el Postigo del Consuelo, reformado en 1947 a partir de una edificación desmontada en la Calle Real. Apenas dos años más tarde, la muralla fue declarada Bien de Intrés Cultural y adquiridó un nuevo rango de protección.

Degradación

Esto no ha evitado el deterioro de parte de la estructura, que se ha sometido a diversas restauraciones por iniciativa tanto de particulares como de entidades públicas. El Ayuntamiento ha considerado la importancia de avanzar en las labores de conservación y ha apostado por acondicionar un nuevo tramo visitable que se sumará al resto del conjunto ya restaurado, lo que supondrá el enriquecimiento del valor artístico de la fortificación. Las obras previstas tienen junio de 2026 como fecha límite de finalización.

El contrato, que eleva un mes el plazo de ejecución respecto al pliego de la adjudicación -hasta los ocho-, recomendaba iniciar los trabajos a principios de este verano para no coincidir con el periodo de nidificación de aves, como los vencejos, en primavera. Sin embargo, el comienzo de la intervención se retrasará como mínimo hasta mediados del otoño, pues las empresas interesadas aún tienen que presentar las ofertas correspondientes.

El equipo de operarios, formado por un máximo de ocho personas, tendrán que acometer la limpieza manual de la muralla para no dañar el soporte original, restituir las juntas o fábricas faltantes, retirar los materiales añadidos -como anclajes metálicos o grapas-, aplicar un tratamiento biocida y otro antihumedad. Estas actuaciones se centrarán en el trazado que discurre por la Huerta del Seminario -torres 19, 20 y 21-, parcela que se destina al aparcamiento de vehículos y cuenta con una pista deportiva adyacente, lo que ha derivado en el adosamiento al adarve de elementos no originales, como es un cobertizo. Los trabajos luego se extenderán al tramo que va desde el Postigo del Consuelo hasta la Casa de las Cadenas, que engloba las torres 23 y 24, reconvertidas en balcones de viviendas privadas.

Principales actuaciones

La plaza del Avendaño, que presenta un mejor estado de conservación al constituirse como un punto de afluencia turística colindante con el Acueducto, será objeto de reestructuración para ajustarla a la normativa de accesibilidad universal en vigor. En este sentido, la escalera que sube al adarve en este recinto será sustitutida, se renovará el vallado de protección y se reformará el pavimento empedrado que ahora dificulta el tránsito de personas en silla de ruedas. También incorporará un solado de hormigón para crear una rampa, lo que posibilitará el acceso de personas con movilidad reducida.

El planteamiento más ambicioso del proyecto financiado con ayuda europea es la ampliación del itinerario visitable de la muralla, por medio de la apertura de un hueco de más de tres metros de altura en el muro medianero que separa el Postigo del Consuelo y el recinto del Obispado. La conexión comienza en la calle Obispo Gandasegui, donde una cancela dará acceso a los turistas que subirán al adarve que discurre por la Huerta del Seminario hasta llegar a la torre 21, donde comienza el uso privativo de la parcela. Esto supone un recorrido de más de 60 metros de longitud y una anchura de 1,5 metros por la cara interior de la muralla, que permitirá disfrutar a los visitantes de una nueva perspectiva de la ciudad desde las alturas y de un paseo por una parte del monumento que hasta ahora era desconocida.

Estas intervenciones obligarán al desplazamiento de tráfico pesado y maquinaria, lo que llevará a restringir parcialmente el paso de vehículos por las calles Miguel Canto Borreguero, San Agustín y travesía de la Rubia, entre otras vías principales. Los andamios cubrirán la muralla durante varios meses y se procederá a vallar el perímetro de la obra que pudiera revestir algún peligro para los viandantes.

Los aliviaderos junto al Acueducto estrenarán nuevos elementos de protección

El estudio previo a la intervención para restaurar la muralla ha permitido identificar algunos problemas que afectan al buen estado de conservación del monumento, como son las humedades. Las filtraciones más problemáticas tienen su origen en la plaza del Avendaño, donde existen dos aliviaderos colindantes con el Acueducto que requieren labores de limpieza, al estar obstruidos por tierra y vegetación; así como de renovación del solado, para optimizar el drenaje del adarve. Estas actuaciones irán acompañadas de la renovación del cerramiento de los aliviaderos, con acabado similar al de las barandillas de protección, que dificulatrá el acceso al canal del Acueducto.