Mirador de la Canaleja
Donde la línea de casas de la Calle Real se interrumpe, poco antes de llegar al punto donde estuvo la puerta de San Martín y donde se encuentra la Casa de los Picos, hay un largo pretil. Se construyó en el siglo XIX para eliminar un pasadizo cerrado -La Canaleja- que conducía al barrio de San Millán. Y el resultado del proyecto fue este espectacular balcón desde el que puede contemplarse una buena parte del barrio, con las iglesias de San Millán y San Clemente, y las tierras labradas en la lastra; el fondo, con azul de lejanías, lo ponen las montañas de la sierra, con los dentellones de Siete Picos, cantera, dicen los segovianos, de la que el diablo extrajo la piedra para el Acueducto, el cono del Montón de Trigo y el inconfundible perfil de la Mujer Muerta, inspiradora de leyendas.