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Imagen de cabecera
San Cebrián

Esta ruta rodea todo el perímetro de la muralla donde se visitan rocas del Cretácico superior de una edad aproximada de 80 M.a. Recorre los sedimentos dejados por el mar en nuestra ciudad, desde las tormentas hasta el oleaje. Se visitan 8 lugares de interés geológico con 11 paradas.

El recorrido son 4,5 Km. por sendas de tierra y aceras en general con suave pendiente. Es una ruta circular de 4-5 h de duración con paradas de 15 min.

 

Recorrido

En el número 2 de la calle de San Juan podemos ver un afloramiento de rocas carbonatadas que actúan como base de la muralla.

Observamos una alternancia de limos y arenas ligadas a las grandes llanuras mareales que se establecieron en la ciudad hace unos 87 M.a. Sobre estas rocas vemos unas rocas rojizas a pardas ya totalmente submarinas.

Atravesando los arcos del Acueducto llegamos a la plaza del Azoguejo y de allí a la calle de Cervantes, donde en el portal del nº 17 se ha dejado visible un pequeño afloramiento. Son arenas, arcillas y limos muy finamente laminados asociados a un ambiente dominado por grandes llanuras mareales. Lo que podemos ver en este punto es la zona afectada por subidas y bajadas de las mareas (intermareal), cuando sube la marea el medio tiene energía y deja arenas cuando se estabiliza en el máximo nos deja sedimentos más finos (arcillas o limos). Este tipo de estratificación se conoce como ondulada (si domina la arcilla), flasser (cuando dominan la arcilla y la arena por igual) y wavy (domina la arena).

Esta parada puede suprimirse ya que al ser un afloramiento en un portal privado puede ser difícil su observación.

En el interior de esta tienda podemos observar estructuras propias de la llanura mareal arenosa (más hacia el continente que lo que veíamos anteriormente), junto con algunos escasos carbonatos transportados por ríos en su desembocadura.

El diferente tamaño de grano nos indica las diferentes condiciones de energía, la abundancia de arena, lo que nos está indicando es que el agua permanecía poco tiempo estable cuando la marea la traía hasta este punto, por tanto estamos ya en la zona poco afectada por la marea.

En los solapos y abrigos rocosos apreciamos areniscas dolomíticas con estratificación cruzada. Estas arenas ya se relacionan con un mar tropical cálido poco profundo, hace 84 M.a, son estructuras de dunas submarinas que van migrando.

Durante todo el valle del Clamores se ven numerosas dunas submarinas y estructuras sedimentarias como ripples (las rizaduras típicas que aparecen en el fondo de la playa) de oscilación asociados a oleaje somero.

El análisis de estas estructuras sedimentarias nos permite definir en qué sentido se movían las corrientes en cada momento y poder así interpretar como era el sistema sedimentario.

Esta parada se aparta un poco del recorrido, pero al estar próxima es posible visitarla. En el Cementerio Judío podemos observar abundantes cuevas y tumbas excavadas en la roca.

En este punto vemos rocas carbonáticas con niveles anaranjados de las antiguas superficies del fondo marino, estos tenían baja tasa de sedimentación por lo que presentan características especiales, es lo que se conoce como hard-ground.

Seguimos el descenso por el valle del Clamores y encontramos barras y dunas submarinas en las areniscas con cemento dolomítico. Éstas se forman por el oleaje de tormentas y periodos de calma que hacen que vayan migrando y dando características concretas a la estratificación interna de la roca.

Tienen evidencias de bioturbación (moldes de galerías y pistas) de organismos que habitaban en el sedimento del mar.

Aquí podemos ver areniscas con cemento dolomítico y estratificaciones cruzadas planares de alto ángulo. Esto nos indica que eran grandes dunas más o menos paralelas a la línea de costa, que se iban moviendo con el oleaje.

Subiendo la ladera del Pinarillo, en la parte más alta, observamos el valle que el río ha excavado en los últimos miles de años sobre carbonatos, después de que el mar se retirara y ascendiera el Sistema Central.

Bajo el Alcázar vemos areniscas dolomíticas, dolomías y calizas con estratificaciones cruzadas que nos indican el fondo marino que había en la ciudad hace 85 M.a.

En las cercanías de la Puerta de Santiago se observan las evidencias del paso del mar por la ciudad con ripples o rizaduras submarinas que se movieron con el oleaje. Éstas se forman cuando hay poca profundidad, nunca más de 1m, pero en condiciones siempre submarinas, por lo que podemos afirmar que estas estructuras confirman la llegada del mar a la Segovia.

Aquí de nuevo nos encontramos sedimentos de la llanura fangosa como los de la calle Cervantes 17, que estaban muy marcados por la subida y bajada de la marea.

Estos sedimentos se formaron hace unos 87 M.a cuando sobre la ciudad se instalaron unas grandes llanuras mareales.

Textos procedentes de la publicación De roca a roca, descubre el patrimonio geológico de la ciudad de Segovia.

Autores: Andrés Díez Herrero y Juana Vegas Salamanca.

Publicación disponible en el Centro de Recepción de Visitantes y en el punto de información turística La Muralla.

Sumérgete en el mar recorriendo la muralla