En el número 2 de la calle de San Juan podemos ver un afloramiento de rocas carbonatadas que actúan como base de la muralla.
Observamos una alternancia de limos y arenas ligadas a las grandes llanuras mareales que se establecieron en la ciudad hace unos 87 M.a. Sobre estas rocas vemos unas rocas rojizas a pardas ya totalmente submarinas.