El noroeste de Europa fue la cuna de la Revolución Industrial, este legado del cambio más radical en la historia económica es un elemento crucial en la identidad del continente. Sin embargo, como resultado de la modernización y de cambios estructurales, muchas zonas de Europa se han desindustrializado siendo la protección de este tipo de patrimonio bastante complicada.
Para estimular la apreciación, entendimiento, protección y promoción de esta historia compartida como un modo de lograr crecimiento económico, se formó en 2003 la Ruta Europea de Patrimonio Industrial (ERIH). Ésta ha desarrollado un Plan Maestro identificando ideas y actividades concretas para promover el Patrimonio Industrial Europeo.
Los objetivos subyacentes del proyecto son proteger los lugares del Patrimonio Industrial Europeo y usar su preservación como un motor para el desarrollo de las regiones que sufren a menudo un declive económico.
Actualmente más de 1.800 lugares de 52 países diferentes forman parte de la Ruta Europea del Patrimonio Industrial. Desde el año 2015, la Real Casa de Moneda, uno de los pocos edificios fabriles del siglo XVI que ha llegado casi intacto hasta nuestros días, forma parte de esta red europea de la que ya son miembros lugares tan importantes como la Torre Eiffel en Francia, Tower Bridge y Victoria & Albert Museum en Londres, el Museo del Zeppelin en Alemania o el Centro Nacional del Vidrio de La Granja, en Segovia.