Se trata de una de las joyas de la gastronomía segoviana, el Judión de La Granja, toma su nombre del municipio de San Ildefonso, situado al pie de la Sierra de Guadarrama.
Allí se cultiva exclusivamente la variedad blanca, que también se conoce como “Blanco de España” o “Judía de España”. Es llamado judión por su gran tamaño, sorprende, al probarla por ser muy tierna y sabrosa.
Se trata de un producto de gran calidad que se distingue por su extraordinaria suavidad tras la necesaria cocción, incluso si son consumidas varios días después de haberse guisado.
Historia de los Judiones de la Granja:
Su origen se asocia a la construcción del Palacio Real de la Granja. Felipe V, compró las propiedades que en estos parajes tenían los Monjes Jerónimos, y aquí realizó nuevas construcciones a partir de 1721 para acondicionar lo que después sería su sitio de retiro veraniego. Para realizar estos trabajos, llegaron a este lugar gentes que venían de distintos lugares de Europa. Según se cuenta, fueron los jardineros franceses los que introdujeron en este Real Sitio unas judías provenientes de Sudamérica, cuya principal característica era su tamaño, con el objetivo de aclimatarlas y que sirvieran como base para la alimentación del ganado.
Se dice que su origen es en el continente americano, hace más de 2000 años.
En España y en Europa se introdujeron durante la Edad Moderna con diferentes finalidades. Cuenta la tradición oral que el cultivo del judión en la Granja data del s. XVIII, cuando la reina Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V muy aficionada a los faisanes trajo esta legumbre de América de Sur para el alimento de estas aves.
Las huertas del Palacio y, posteriormente, el espacio dedicado a vivero sirvieron de huerta para la siembra del judión que se segaba en verde y era consumido como forraje para faisanes y caballos. Estos paisajes fueron posteriormente parcelados y convertidos en huertas y entregados a los sirvientes de palacio con objeto de compensar sus rentas y facilitar la producción de hortalizas de estación. En sus manos, la progresiva selección del judión dio lugar a este proceso de aclaramiento, pues estas legumbres fueron de un color morado negruzco para ir aclarándose hasta alcanzar la blancura que ostentan actualmente.
Desde e núcleo de San Ildefonso, donde encontramos la mayor concentración de huertos, la siembra del judión se ha extendido por las vegas del Eresma y posteriormente por las del Pirón.
Posteriormente, a alguien se le ocurrió probarlas y comenzaron, desde entonces a dedicarse al consumo humano.