Segovia, 7 de julio de 2025. La Diócesis de Segovia, fiel a su compromiso de transmitir el Evangelio, también por medio de la cultura, ha puesto en marcha un renovado programa de acompañamiento al visitante en sus templos, con el arte como principal vehículo evangelizador. Esta iniciativa se realiza en colaboración con la asociación cultural Nártex.

Desde principios de los años noventa, la Diócesis apostó por formar guías especializados en arte sacro, un esfuerzo que dio frutos positivos y que culminó con un convenio con la Diputación de Segovia para regular las visitas turísticas a los templos católicos. Hoy, esa labor se fortalece con un nuevo impulso que combina formación, acogida y experiencia espiritual. 

¿En qué consiste?

Un voluntario estará presente en los templos para acompañar a los visitantes, explicar el valor artístico y espiritual de cada espacio, y propiciar un encuentro más profundo con el mensaje cristiano. 

En Segovia, un equipo de cinco guías-voluntarios, previamente seleccionados y formados por la asociación Nártex, acompaña a los visitantes en el descubrimiento del arte religioso presente en varios templos de la ciudad. Tres de ellos son hispanohablantes y dos angloparlantes, lo que permite atender tanto a visitantes nacionales como internacionales. Estos voluntarios están disponibles para visitas previamente concertadas, así como para aquellas derivadas del área de Turismo de Segovia o gestionadas por particulares. Su formación y versatilidad les permite adaptar las explicaciones al tiempo disponible y al perfil del visitante, favoreciendo así una experiencia enriquecedora.  

Las visitas son gratuitas, aunque se puede realizar un donativo voluntario para colaborar con los gastos del templo. El programa se organiza en dos bloques de templos: por un lado, los de Santos Justo y Pastor, El Salvador y Santa Eulalia de Mérida; y por otro, San Marcos, el Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla y el Convento de San Juan de la Cruz.

«Belleza que inspira, arte que anuncia el Evangelio»

Este proyecto busca transmitir el poder evangelizador de las obras que albergan nuestros templos, más allá de su innegable valor artístico y estético. A través del arte, los visitantes descubren que el templo no es solo un monumento histórico, sino un lugar vivo de encuentro con Dios. 

La propuesta se articula en torno a diversos ejes: el origen y la evolución del templo como reflejo de la historia cristiana; una arquitectura con sentido litúrgico, que orienta hacia lo sagrado; la finalidad del templo como casa de Dios y espacio de comunión; el sentido catequético de las imágenes, que enseñan y anuncian la fe; un estilo artístico que expresa la espiritualidad de cada época; y, finalmente, el diálogo con el visitante, que propicia una experiencia de contemplación, escucha y apertura al misterio.