El Figón de los Comuneros
El local, decorado en madera y piedra, comienza su frenética actividad al mediodía. Todos quieren chatear con una copa de Protos, un vino muy suave que entra demasiado bien, acompañado por las raciones Made in Los Comuneros: morcilla (la tapa estrella), croquetas, torreznos, patatas fritas caseras con mojo picón… Lo que aquí prima es la cocina casera, que es el sabor más auténtico. Los segovianos lo saben. Casi todo nuestro público es de la ciudad y eso es una garantía.
Bajando unas escaleras se encuentra el salón-restaurante, especializado, como no podía ser de otra forma en esta tierra, en carnes rojas, cochinillo y chuletas de lechal. De los entrantes, la mejor opción es pedir una rueda de ibéricos: jamón, chorizo, lomo y queso, para hacer boca.
CERRADO LOS MARTES.
Equipamientos
- Bar.