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29 Mar 2023   Institucionales, Restauración, Turismo y Patrimonio

La obra de restauración, que ha durado 19 meses, ha costado 1,1 millones de euros

Tras 19 meses de obras y una inversión superior a los 1,1 millones de euros, la ciudad de Segovia ha recuperado un tramo de unos 350 metros de la muralla medieval, desde la Puerta de San Cebrián hasta el muro norte que cierra la propiedad del antiguo Hospital de la Misericordia. En la visita final de obra han participado la alcaldesa de Segovia, Clara Martín, y la subdelegada del Gobierno, Lirio Martín, además de miembros de la corporación, técnicos municipales de la Concejalía de Patrimonio Histórico y responsables de Estudio Método de la Restauración SL, la empresa adjudicataria de los trabajos.

La obra ha tenido un coste de ejecución de 1.124.373, 52 euros, costeados en un 75% gracias a una subvención del programa del 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para la conservación del patrimonio arquitectónico. La aportación ministerial ha ascendido a 843.280,14 euros. Por su parte, el Ayuntamiento ha destinado a esta intervención la 281.093,38 euros, es decir, el 25 % de la cuantía total de los trabajos.

La intervención, que ha durado 19 meses, ha supuesto la conservación, restauración y protección del largo tramo colindante al Hospital de la Misericordia de Segovia. La restauración permite hacer practicable el adarve en toda la longitud para la visita turística y como mirador del Valle del Eresma. Además, gracias a estas obras, se han mejorado las condiciones de mantenimiento y accesos de trabajo para la conservación preventiva desde la base de los muros. No puede olvidarse que la zona presentaba unas condiciones topográficas muy irregulares, lo que ha dado mayor complejidad a la obra. El desnivel medio, desde el pie de Muralla hasta el paseo de Santo Domingo de Guzmán, es de 20 metros.

Dificultades

El proyecto de restauración partía de un diagnóstico claro: sus pésimas condiciones de conservación, al tratarse de un paño de muralla entre la torre 51 y la torre 43 (correspondiente a la Puerta de San Cebrián), que tiene una longitud de 350 metros, con 11 torres y 11 lienzos, de fábricas de mampostería. En consecuencia, y como ya se ha dicho, la primera dificultad era el acceso a los tajos. Algunos de los paños y torres estaban completamente derruidos en su hoja externa y, en consecuencia, han tenido que adoptarse medidas de restauración arquitectónica integral.

Para ello se han utilizado técnicas tradicionales como el calicanto encofrado, la mampostería, revocos y diversas técnicas de rejuntado. En este sentido, se han restaurado dos de las torres que estaban prácticamente desaparecidas. La limpieza general de los muros es otro de los capítulos de las obras, a través de proyección de agua, de abrasivos o con cepillado, dependiendo del soporte del ensuciamiento de la patología concreta.

Vegetación

Otro de los problemas que tuvo que afrontar la intervención era la abundante vegetación que colonizaba el muro, con importantísimos ejemplares de arbolado invasivo como puede ser el ailanto que enraizaba directamente en la muralla.

La restauración de bases rocosas, para evitar la entrada de humedad en cimentación, la conservación y consolidación de esgrafiados existentes, la eliminación de añadidos negativos para la muralla y la configuración restaurativa del adarve en toda la longitud han sido otras de las actuaciones realizadas.

Fuente: El Norte de Castilla