Don Ramón María del Valle-Inclán

Por un lado, Ramón María del Valle-Inclán. Por otro, Ramón Gómez de la Serna. Y en medio, Xavier Albertí, Teatro Español y Bravo Teatro repintando, en pleno siglo veintiuno, el retrato del retratista y del retratado. Dejando a Pedro Casablanc ser los Ramones y a Mario Molina ocuparse del 'rock and roll' y las melodías de la vida, sentado al piano.
 

En Don Ramón María del Valle-Inclán no hay mucho más misterio que ese; el del viaje hacia la obra y el alma de quien fue novelista y dramaturgo. Poeta y cuentista. Ensayista y periodista. El del viaje por un camino cercano a su intimidad, a la realidad cotidiana, a unos principios éticos. El del viaje hacia su manera de analizar, su forma de construir y de crear literatura. Hacia la magia y el esoterismo de sus palabras; habladas y escritas. Hacia sus Luces de Bohemia y también hacia algunas de sus inconformistas sombras.