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La piedra más antigua del Acueducto salió de Ortigosa, según los primeros estudios

 

 

El geólogo Javier Martínez subraya la compatibilidad del granito del Berrocal con el de las primeras fases de la construcción.

 

«Según un primer resultado del estudio que estamos realizando, podemos concluir que de la cantera del Berrocal se extrajeron piedras compatibles con las empleadas en las fases iniciales de la construcción del Acueducto y que, por lo tanto, estamos ante una de las principales canteras utilizadas para la construcción del monumento. Matizo, no obstante, que se trata de resultados parciales».

Prudente pero contundente. Javier Martínez, geólogo del Instituto Geológico Minero de España (IGME) confirmó ayer lo que el estudio visual realizado por el también geólogo Luis Martín de Frutos concluyó hace algunos años: que el Berrocal, la cantera de granito de Ortigosa del Monte, era en tiempos de los romanos una de las principales canteras de la zona y que de ella procede la fábrica original del Acueducto de Segovia. Según Javier Martínez, el de Martín de Frutos es un trabajo de referencia que tiene un punto débil: el estudio visual de la piedra, circunstancia que reviste las conclusiones de un «halo de subjetividad», pero los primeros resultados del estudio geológico y petrológico del geólogo del IGME no le quitan la razón. Al contrario: los romanos utilizaron el granito del Berrocal, al menos en la construcción de los primeros pilares del Acueducto segoviano. «En el resto de las fases se utilizó piedra quizá también procedente del Berrocal de Ortigosa, pero no necesariamente, porque no existe compatibilidad en los materiales analizados», señaló Martínez, que intervino en la reunión Arqueología Clásica. Investigaciones del Mundo Romano en Segovia.

La relevancia del estudio actual está fuera de toda duda porque los expertos han tenido acceso a los datos geoquímicos y mineralógicos obtenidos directamente del Acueducto durante la restauración de los años noventa. «Se tomaron muestras de los sillares y se analizaron. Cuando cruzamos los datos obtenidos de las muestras de campo del Berrocal con las muestras del Acueducto, comprobamos que son mineralógicamente compatibles», afirma el geólogo.

El estudio sigue su curso. De hecho, la concejala de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Segovia, la arqueóloga Clara Martín, confirma que, a lo largo del próximo mes, se van a hacer pruebas directamente sobre el monumento para poder avanzar en la investigación. «Los resultados están muy avanzados –dijo Martín–, pero es preciso realizar una serie de pruebas complementarias». Los expertos también van a trabajar en otras canteras próximas a Segovia. «Cuando tengamos todos los datos y crucemos los resultados, continuaremos confirmando», concluyó Javier Martínez.

El alcalde de Ortigosa del Monte, Juan Carlos Cabrejas, se frota las manos. Desde que conociera el estudio de Luis Martín de Frutos, el Ayuntamiento quiere poner el yacimiento del Berrocal en el lugar que se merece y, de paso, sacarle partido. «Son muchas las personas que vienen a visitarlo, pero queremos ordenarlo, señalizarlo, y que sirva como reclamo. Es una zona muy sensible, con un bosque muy especial que debemos proteger, pero queremos sacar lo que hay allí, conocerlo, porque podemos llevarnos alguna sorpresa. Por eso lo hemos puesto en manos de los expertos, para saber lo que hay. Confío en que encontremos algo interesante», dijo Cabrejas en una ocasión.

Efectivamente, los arqueólogos llevan trabajando en la antigua cantera del Berrocal desde hace varios años, pero la investigación ha alcanzado la velocidad de crucero en los años 2017, 2018 y 2019. Según el arqueólogo José Miguel Labrador Vielva, ya se ha realizado una prospección arqueológica y se ha empezado a excavar en numerosas zonas. Labrador Vielva explicó en su ponencia que las huellas que presentan los bloques graníticos existentes en el yacimiento denuncian que la extracción de piedra empezaba con la apertura de ranuras mediante cinceles de hierro, en las que después se introducían estacas o cuñas de hierro y madera que se humedecían para que, al aumentar de volumen, ocasionaran la fractura de la piedra por los puntos escogidos. Esto permitía compartimentarla en bloques con caras planas. Por último, se tallaban los bloques con el tamaño y el acabado necesario en cada caso.

La única referencia histórica que los arqueólogos manejan acerca de la explotación de la cantera remite a la construcción de la Catedral de Segovia, en el siglo XVI. Hay documentos que prueban que se extrajeron piedras de granito del Berrocal que luego fueron utilizadas en el basamento de la Catedral. Ahí se dice que la piedra procedía de las canteras de Madrona, pero en Madrona no hay granito y el Berrocal se encuentra entre Madrona y Ortigosa del Monte.

La cantera del Berrocal se extiende al oeste del casco urbano de Ortigosa, en dirección a Otero de Herreros, sobre una superficie de 250 hectáreas. Se trata de un lugar en el que abundan los grandes bloques graníticos y los lanchares, con numerosos restos visibles que evidencian una explotación en épocas pretéritas. Hay abandonos de piedra tallada y labrada, con formas y medidas indudablemente seleccionadas para un determinado fin pero que fueron desechadas en el mismo lugar de donde se extrajeron. Sillares, cornisas, pilonas... Los estudios irán arrojando datos y desvelando, poco a poco, la importancia que el Berrocal tuvo en el pasado.

Noticia publicada en www.elnortedecastilla.es el jueves 17 de octubre de 2019.