El Acueducto de Segovia, construido en el siglo II d.C., es una de las mayores obras de ingeniería romana en España. Con sus 167 arcos de granito, transportó agua a la ciudad durante casi 2.000 años. Está formado por bloques de piedra unidos sin argamasa, utilizando un sistema de equilibrio de fuerzas.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985, este monumento es el emblema por excelencia de la ciudad.