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El Acueducto y los Reyes Católicos

Excelente Reyes Catolicos

El Acueducto y los Reyes Católicos

COMISIÓN Y MAESTRO PARA LA GRAN RESTAURACIÓN

La importancia del Acueducto para la vida de la ciudad y su destacado valor político quedan patentes en la gran restauración que ordenan los Reyes Católicos (1475-1505): "Que la primera ciudad en aclamarla reyna de Castilla (...) recibió de la reyna el más apreciado beneficio con la restauración de nuestro acueducto" (Gómez de Somorrostro, 1820). Tras recibir una solicitud del concejo de Segovia para que fuera restaurado, los reyes otorgaron una cédula real en 1483 nombrando a fray Pedro de Mesa, prior del monasterio jerónimo del Parral, para que redactase un informe sobre el estado del acueducto, pues existían importantes problemas de suministro.

La obra en piedra estaba sustituida por elementos de madera, gastada y podrida, en algunos tramos de las arcadas destruidas, por el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y ¿la destrucción de 1071? La cacera, descubierta en la mayor parte de su recorrido fuera de la ciudad, estaba deteriorada, por acciones naturales, ganados y manipulaciones. El agua, por las heladas y los escapes, también dañaba la estructura. Los transeúntes podían verse alcanzados por desprendimientos (¡o incluso por la caída de carámbanos!).
Los monarcas nombraron una comisión en 1484 encargada de llevar a cabo las obras de conservación y reparación, integrada por Pedro de Mesa (luego sustituido, tras su fallecimiento, por fray Gonzalo de Frías); el canónigo de la catedral, "licenciado" Quintana Palla; el "corregidor", doctor Puebla; y el doctor "maestre" Juan de Guadalupe. La dirección técnica se encomendó al maestro Juan de Escovedo, jerónimo del Parral.

LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN DE FINES DEL S. XV

Las obras se desarrollaron entre 1484 y 1489, gastándose "cuatrocientos é doscientos é sesenta é ocho mil é ochocientos é sesenta" maravedís, que gestionó directamente la reina, aunque la comisión fue encargada de conseguir la financiación, mediante "sisas" y "repartimientos", o derramas, de maravedís.
Se restauró el azud y la cacera, colocándose desde la periferia de la ciudad un canal o cacera en bloques de granito ("piedra cárdena"), machiembrados y asentados con betún, que sustituyó al de madera. Se empezó a cubrir la cacera, en las "Aceñuelas", entre las arcas de Santo Domingo y San Gabriel, también
reparadas.
Se reconstruyeron las arcadas simples que estaban destruidos, en las actuales calles Cañuelos y Almira. Se colocó la nueva cacera sobre las arquerías, en sillares de granito, asentados con betún, protegida por un muro de mampostería, el conservado en la actualidad. Se restauraron las arcas "en que el agua desarena", dentro de la ciudad, y se limpió la "Madre del Agua", el canal urbano., A. A. (Fecha). Título de la página. Lugar de publicación: Nombre de la página web. dirección de donde se extrajo el documento (URL).

EL ACUEDUCTO DE SEGOVIA DE TRAJANO AL XXI (reedición 2016).25. El Acueducto y los Reyes Católicos.
Santiago Martínez Caballero.