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26 Sep 2020  
 

 

24 de septiembre de 2020

 

Los huesos y vestimentas pertenecientes al hijo de Enrique II de Castilla fueron encontrados el pasado mes de noviembre gracias a los trabajos de restauración que se estaban realizando en su sepulcro, ubicado en la Sala de Santa Catalina

La investigación ha sido confiada al área de antropología de la Universidad de Granada y dirigida por el catedrático José Antonio Lorente Acosta

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El lunes 18 de noviembre del 2019 a las 10:00 fue el momento elegido para abrir el cofre forrado con terciopelo que guardaba los restos del Infante Don Pedro, hijo de Enrique II, 461 años después de su traslado desde la antigua catedral. Este pequeño cofre había sido encontrado días antes por los propios restauradores en un hueco abierto en la base cuando se disponían a levantar la tapa con la efigie del niño para restaurarla de forma más cómoda.

Será finalmente el viernes 2 de octubre en una rueda de prensa a las 11:00 en la Catedral cuando se presenten los esperados resultados del análisis antropológico de los restos óseos pertenecientes al Infante Don Pedro. Esta importante investigación ha sido confiada al área de antropología de la universidad granadina cuya responsable, Inmaculada Alemán Aguilera, expondrá los resultados durante el acto junto al catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente Acosta, y el Jefe del Servicio de Radiología del Hospital San Cecilio de Granada, José Luis Martín Rodríguez.

La presentación de los análisis antropológicos corresponde a la primera fase de la investigación. Durante la rueda de prensa se desvelará la edad de la muerte del Infante, las patologías que pudo sufrir durante su corta edad de vida y el desarrollo de los trabajos, entre otros detalles.

La segunda parte del estudio, aún en marcha, se centra en la investigación genética. El proceso de estudio y comparación del ADN extraído de uno de los huesos permitirá conocer otras vías de investigación sobre el Infante y su familia. Se espera que los resultados estén disponibles en un plazo medio de tiempo.

Este acto, que se ha ido posponiendo desde el mes de marzo, estará limitado a medios de comunicación y autoridades invitadas debido a la situación epidemiológica. El Cabildo informará de manera detallada a través redes sociales y comunicado oficial de los resultados e información relevante.

Del hallazgo a su traslado a Granada

El levantamiento de la losa con la efigie del sepulcro del Infante Don Pedro trajo consigo una gran repercusión e interés sobre la figura del hijo de Enrique II, pero también una oportunidad para conocer más sobre su trágica muerte y otras incógnitas.

Una vez se encontró el cofre sobre la base del sepulcro, el Cabildo informó a las autoridades competentes de la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León sobre este hallazgo. Fue el 18 de noviembre la fecha elegida para abrir en presencia de los responsables de la Junta y miembros del Cabildo el cofre rojo, descubriendo en su interior, enrollados de forma individual, una saya, presumiblemente de seda con botones de tela, un faldón de mayor tamaño y un cinturón de tela del mismo color, que hecho un rulo, guardaba tres huesos de pequeño tamaño.

El procedimiento para la investigación de los restos óseos se puso en marcha inmediatamente al igual que las conversaciones para la restauración de las vestimentas que se acordó que fuera la Junta de Castilla y León la responsable de su recuperación.

Tras hacer público en prensa el hallazgo, el Cabildo sopesó diferentes propuestas de investigación recibidas a nivel genético y antropológico para decantarse finalmente por el equipo liderado por el catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente Acosta. En pocos días, con el apoyo fundamental del historiador Marcial Castro, se concretaron los pasos a seguir para comenzar la colaboración con la universidad granadina y el equipo de profesionales, que ya en el pasado han liderado, y lo siguen haciendo, investigaciones tan importantes como la concerniente a la familia Colón o de los restos de don Tello de Castilla, hermano de Enrique II y tío carnal paterno del infante Don Pedro.

Los tres huesos fueron trasladados a principios de diciembre hasta Granada para pasar a ser estudiados, en primer lugar, por el área de antropología encabezado por la catedrática de Antropología Física, Inmaculada Alemán Aguilera. En este laboratorio se han analizado las características morfológicas y morfométricas para poder obtener un perfil biológico del Infante y se han analizado las posibles patologías que pudo padecer antes de su muerte. Adicionalmente, se ha realizado a los tres huesos un escaneo tridimensional que permitirá conservar un modelo a escala real de los mismos en el futuro. Adicionalmente, en el área de Radiología del Hospital Clínico San Cecilio de Granada se han llevado a cabo radiografías y un TAC de los restos óseos, un proceso que ha sido dirigido por José Luis Martín, Jefe del Servicio de Radiología.

La parte del análisis genético, bajo la dirección de los profesores José Antonio Lorente y Juan Carlos Álvarez, se circunscribe a la segunda fase del estudio que conlleva un plazo mayor de tiempo. Para realizarlo se ha escogido uno de los tres huesos con el objetivo de comenzar las pruebas de ADN autosómico, ADN mitocondrial y cromosoma Y.

El paso final tras la presentación de este próximo 2 de octubre será el contraste de los resultados antropológicos y de ADN con los que podremos conocer otros posibles hallazgos derivados de los estudios realizados anteriormente por este equipo en torno a la familia del Infante.

Más información en: www.catedralsegovia.es