San Vicente El Real
Su ubicación en una pronunciada pendiente condiciona la forma en que se distribuyen los edificios entorno al claustro.
Se le atribuye un origen prerrománico pero su aspecto exterior es debido a posteriores fases constructivas.
La iglesia es de una sola nave con cabecera plana. Tiene tres coros altos y bajos a los pies. Los muros no tienen articulación y se decoran con retablos de origen barroco y una cornisa que tiene una inscripción que atribuye el templo al Cister en 1156.
Junto a la iglesia encontramos el claustro, del mismo autor, Pedro Brizuela. Tiene cuatro galerías con cinco arcos cada una, excepto la meridional que tiene seis. Una faja corrida, separa el claustro inferior del superior también de cinco arcos. Todo ello decorado con pinturas en tonos rojizos, ocres y grisáceos a base de motivos geométricos curvilíneos y rosetas. En torno al claustro se distribuyen la principales dependencias del conjunto monástico