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04 Mar 2021  

El festival contará de nuevo con apoyo de Ayuntamiento, Junta y Diputación y se desarrollará del 30 de agosto al 5 de septiembre

El Titirimundi otoñal de 2020 fue muy diferente a lo que el Festival Internacional de Títeres de Segovia ha supuesto durante más de tres décadas para los segovianos en general y para los amantes del teatro de marionetas que antes de la crisis sanitaria de la Covid-19 visitaban Segovia en el mes de mayo procedentes del resto de España, pero también de otros países. La organización ha anunciado que la edición de este año, la 35ª, tampoco podrá parecerse a la de los buenos tiempos. La ciudad vivirá otro mayo sin títeres y será en verano, del 30 de agosto al 5 de septiembre, cuando se desarrolle una programación que estará condicionada por la evolución de la pandemia.

Su equipo directivo ha adoptado como lema una frase del fundador del festival, Julio Michel: “Titirimundi es la irrupción de lo extraordinario en la vida cotidiana”, una afirmación que las circunstancias sanitarias hacen difícil cumplir por ese ‘destierro’ de teatrillos, compañías y carruseles de las calles y plazas de Segovia que ya se vivió el año pasado.

La dirección necesita certezas para la organización de un festival que mueve compañías de todo el mundo y “el contexto actual” no las ofrece. En el mejor de los casos, la autoridades sanitarias de la UE han fijado como objetivo campañas de vacunación más o menos simultáneas en los 27 estados miembros, incluido España, para inmunizar al 70% de la población adulta antes de que finalice el verano.

“Hemos tomado la decisión que nos resulta más coherente según nuestro modo de ver y actuar”, ha aclarado la directora del festival, Marian Palma, en vista de la incertidumbre.

El equipo organizativo trabaja para confeccionar “una programación acorde, como es habitual, al carácter intrínseco de Titirimundi, con el formato que permitan las condiciones del momento y avalado por la experiencia ya demostrada en la edición de 2020”.

Recuerda así que en la pasada edición se adaptó su estructura a todos los reglamentos “y, sobre todo, al sentido y al bien común para hacer segura la asistencia a un festival de tal envergadura”.

Para la Dirección el resultado fue “un festival especial que demostró que todo se puede con ilusión, una pizca de magia y un trabajo auspiciado por el espíritu único de Titirimundi”.

Patrocinio garantizado

Anuncia también que la edición 35ª contará “con la inestimable confianza, patrocinio y apoyo del Ayuntamiento de Segovia y de la Junta de Castilla y León, así como de la Diputación de Segovia y de diferentes colaboradores”.

El objetivo es que este Festival Internacional de Títeres de Segovia, que sigue apareciendo en el ranking sobre la actividad cultural de Castilla y León que elabora el Observatorio de la Cultura de la Fundación Contemporánea, vinculada a La Fábrica, se mantenga como “referente mundial en el arte del teatro de títeres, y abriendo una ventana a la riqueza de la ilusión que propicia la creación artística”.

La organización asegura que Titirimundi 2021 seguirá su máxima: impulsar y difundir el teatro de títeres de calidad que conserve la tradición y acoja las vanguardias y la fusión con otras disciplinas. 

“Todo ello en la experiencia de vivir las artes escénicas con esa característica propia del festival que genera la irrupción de lo maravilloso en la vida cotidiana y ahonda en la necesidad de celebrar la Vida en sí misma a través del arte”, concluye.

Precisamente, el último informe del Observatorio de la Cultura de la citada fundación, refleja una caída en la valoración y/o el nivel de conocimiento de los operadores culturales, al caer desde la posición sexta entre las actividades y eventos culturales que mantenía a mediados de la década pasada, hasta la 16ª, con un 8,7% de menciones entre los panelistas consultados, frente al 25% que se registraba en 2017.

Por las difíciles circunstancias de la edición del año pasado, se concentró la programación en quince sedes, todas de acceso limitado, y las 21 compañías participantes ofrecieron 89 funciones en el Titirimundi más español que se recuerda, pues todas son nacionales o están asentadas en España, excepto una, la del checo Pavel Šmíd.

Palma ha reconocido que “la decisión más difícil fue eliminar toda la programación de calle, sin duda una de las señas de identidad de Titirimundi”, aunque asegura que no por ello el festival es menos Titirimundi porque “el teatro de títeres está y el hecho artístico se mantiene” como en el momento de su nacimiento.

Hubo además representación de todas las técnicas, desde las más tradicionales (títeres de cachiporra, de guante, de tablilla, de hilos…) a las vanguardistas e innovadoras, acordes con un público exigente.

En el balance, la organización informó de que se vendió el 96 por ciento de las 3.302 entradas puestas a la venta, adquiridas principalmente de manera online y en el Centro de Recepción de Visitantes (CRV) por el público local.

Apoyo cuestionado

Desde la oposición en el Ayuntamiento de Segovia, el concejal de Ciudadanos David García-Foj reprochó en el último pleno ordinario, que la corporación celebró el pasado viernes por la mañana, que el gobierno municipal destinara el año pasado 100.000 euros a Titirimundi.

El edil de la formación naranja, en el debate sobre la ejecución del presupuesto municipal del año pasado y del apoyo destinado a los negocios de la ciudad que se dedican a las actividades más castigadas por la pandemia, el festival recibiera esta importante partida cuando “ha tenido poco más de 2.000 espectadores, 33 de media por función”, según comentó. Desde el equipo de gobierno, por el contrario, señalan que entre los sectores más afectados se encuentran también las empresas culturales. 

Noticia publicada en El Adelantado de Segovia el 3 de marzo de 2021