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Imagen de cabecera

El Soto

Iniciamos la ruta junto a “la bomba” (antigua fuente de abastecimiento de la población) y cruzamos la carretera para tomar el camino del Pasadero, que sale a la izquierda paralelo a la N-603. Siguiendo el camino, en época de riegos (de mediados de marzo a mediados de mayo, aproximadamente), podemos ver discurrir el agua por las distintas caceras que riegan los prados comunales y los particulares. Es interesante ver el contraste de la parte izquierda del camino, dominada por prados y fresnos, que se riegan y la parte derecha del camino, donde nos encontramos la encina. Junto a las vallas de piedra que delimitan los prados crecen arbustos como endrinos, espinos albares, rosales silvestres y otros, como el bonetero, que pierden su aspecto discreto en otoño para vestirse de un vistoso color rosado.

Continuamos nuestro camino y a nuestra derecha vemos la fuente de la Aldehuela que, según la tradición oral, era donde se abastecían los habitantes de la antigua población del mismo nombre. A los pocos metros, aparecen en el camino algunos tramos empedrados, pertenecientes al camino de Castellanos, de época borbónica.

La encina se va haciendo dominante en ambos márgenes del camino y va desapareciendo poco a poco según vamos llegando a la carretera SG-V-710. Continuamos hacia la izquierda siguiendo el margen de la carretera hasta llegar a la N-603, que cruzamos para seguir por la SG-V-710. Al poco de cruzar, veremos la Fuente
Buena, uno de los manantiales recuperados por el Ayuntamiento. En primavera toda esta zona es un vergel. Los usos tradicionales han creado un ecosistema de elevadísimo valor ecológico que podemos percibir en la presencia de un sinfín de especies animales y vegetales. Singular y numerosa es su colonia de cigüeña blanca que hace los nidos tanto en los soportes colocados a tal efecto como en la copa de grandes ejemplares trasmochos de fresno. El águila calzada, el milano real y el milano negro tienen aquí su área de campeo. Garduñas y ginetas utilizan los huecos de los viejos árboles para esconderse y criar. En las noches de primavera, los anfibios como el sapo corredor y el sapo partero serán los dueños del paisaje sonoro. En cuanto a la flora, la gran joya es la peonía, a la que podemos encontrar en gran número. A finales del invierno e inicios de la primavera, las praderas del Soto se cubren de un manto amarillo de narcisos y más adelante, en los “friales”, diversas especies de orquídeas aportan su color a los prados encharcados.

Recorridos unos 750 metros, al otro lado de la carretera sale un camino que cogemos para visitar la zona conocida como “Peñas Borracheras”, donde los vecinos de Revenga terminaban la limpieza de las caceras del Soto con un almuerzo y vino. Volvemos de nuevo a la carretera y cruzamos para encontrarnos con la fuente del Moro. Un poco más adelante sale a nuestra izquierda el camino que nos acerca a la ermita Santa María. Volviendo sobre nuestros pasos después de verla, cogemos el siguiente camino a nuestra izquierda que nos lleva a Revenga. Antes de llegar a la puerta del Soto, a la altura de unas naves, recomendamos el paseo por un camino que sale a la izquierda y que recorre una zona del Soto, donde podremos disfrutar del agua y de inmejorables vistas de la Sierra de Guadarrama. Salimos del Soto por la zona conocida como “el Plantío” y el parque del Sexmo de San Millán. Ascendemos por la travesía de la Iglesia para llegar a la plaza de las Eras del Mayo y, por la calle del Fielato, alcanzar el punto de partida.
 

MIDE

Duración1,5 horas
Desnivel de subida57 m
Desnivel de bajada57 m
Distancia horizontal6,9 km
Tipo de RecorridoCircular
Pendiente máxima17,3%, - 16,0%
Pendiente media                         3,1%, - 2,9%

 

Severidad del medio natural  1   
Orientación en el itinerario1
Dificultad del desplazamiento1
Cantidad de esfuerzo necesario2
Tipo de RecorridoCircular 
Estación de visita recomendada Para ver el funcionamiento del
sistema de riego, de mediados de
marzo a mediados de mayo. En otoño.

Mapa de la ruta

Datos de interés

El Monte de Utilidad Pública 160 “El Soto y la Dehesilla”, tiene una extensión de 105 hectáreas. Está formado por una fresneda abierta de árboles de gran edad con porte trasmocho y un pastizal muy rico en especies adaptadas a los ritmos de pastoreo. Cuenta además con bosquetes y setos de variadas especies de gran valor
protector para la fauna, así como cercas de piedra seca. Se veda la entrada de ganado el día 20 de febrero y se abre el 3 de mayo (el día de la Cruz).

La cacera de riego del Soto proviene del río Frío. A mediados de marzo, los vecinos de Revenga realizan la limpieza de las Caceras de Abajo, es decir, la limpieza de los distintos ramales y las sangrías que van a repartir el agua por todo el Soto. El fin de semana siguiente se reúnen para limpiar las Caceras de Arriba (desde la N-603 hasta el nacimiento) y se echa el agua.

La cacera del Soto tiene tres ramales: El Pasadero, Santa María y San Roque. Los primeros 15 días de riego son exclusivos para el Soto. A partir de entonces el riego
se reparte tres días para el Soto (lunes, martes y miércoles) y cuatro para las cercas particulares (jueves, viernes, sábado y domingo), teniendo cada finca particular un tiempo de riego asignado.

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