Tras el primer emplazamiento en Segovia, el mismo año de la Fundación (1574) Santa Teresa adquiere una casa en la misma calle Almuzara y gestiona el traslado de la numerosa comunidad a la casa definitiva, aunque progresivamente se irá ampliando con la compra de casas adyacentes que permitirán la ampliación de la huerta y la construcción de la iglesia y demás dependencias necesarias.
En la iglesia conventual destaca el retablo mayor, de 1611, tenía las imágenes de san José y de la llamada “Virgen de la Fundadora” que actualmente se veneran en clausura. El 1705 el retablo primitivo fue sustituido por otro, obra de Pedro Laínez. En él se colocó en 1754 una talla de san José, obra de Luis Salvador Carmona
La iglesia tiene dos bellos retablos laterales en la que destacan las tallas de Santiago y de santa Teresa, llamada “la napolitana”.